En la semana de la mujer, compartimos nuevamente estos derechos universales, es decir, para todos!!
Los tiempos siguen avanzando pero aún debemos aclarar que son para hombres y mujeres.
Deseamos que muy pronto no tengamos que recurrir a un día festivo para recordale al mundo que las mujeres tienen los mismos derechos sexuales y de cualquier tipo que los hombres.
Los derechos sexuales son Derechos Humanos Fundamentales y Universales, por eso en el XIII Congreso Mundial de Sexología celebrado en Valencia en 1997 declaró los 11 derechos sexuales que todas las personas tenemos y deberíamos tener para disfrutar de una salud sexual saludable y libre.
Estas son:
1. El derecho a la libertad sexual
Esto abarca tener la posibilidad de expresar la sexualidad libremente. Sin embargo, hay que recordar que los abusos sexuales, la explotación o coerción contra otros no caben en esta expresión. Hacer daño a otros para expresar tu sexualidad no es sano ni estás ejerciendo tu libertad, es violencia.
2. El derecho a la autonomía, integridad y seguridad sexuales del cuerpo
Todas las personas tenemos el derecho de tomar nuestras propias decisiones en cuanto a nuestra sexualidad “dentro del contexto de la ética personal y social”, según dijo el Congreso Mundial de Sexología. Además, añade que aquí también se incluye el poder tomar el control sobre nuestros cuerpos “libres de tortura, mutilación y violencia de cualquier tipo“.
3. El derecho a la privacidad sexual
Todas las personas tenemos derecho a tomar decisiones sobre nuestra sexualidad y nuestras conductas individuales “realizadas en el ámbito de la intimidad”. Es decir, derecho a la masturbación o cualquier otra conducta sexual realizada en privado y en solitario. Y, de nuevo, siempre y cuando no interfieran en los derecho sexuales de otros. Masturbarte delante de otros sin su consentimiento sí es acoso sexual.
4. El derecho a la equidad sexual
Este derecho hace referencia a la oposición de cualquier forma de discriminación, “independientemente del sexo, género, orientación sexual, edad, raza, clase social, religión o limitación física y emocional”.
5. El derecho al placer sexual
Todo ejercicio de la sexualidad debería estar enfocada al placer de las personas. Por eso se quiso blindar el derecho al placer, incluyendo el autoerotismo y la masturbación. Ejercerlo es fuente de bienestar físico, psicológico y emocional.
6. El derecho a la expresión sexual emocional
Más allá del placer que les proporcionen sus cuerpos (no solo sus genitales), todas las personas tienen derecho a expresar su sexualidad mediante “la comunicación, el contacto, la expresión emocional y el amor”.
7. El derecho a la libre asociación sexual
Aunque todavía no esté legalizado ni regularizado en muchos países del mundo, este derecho incluye la posibilidad de contraer (o no) matrimonio, de divorciarse o de establecer cualquier tipo de asociación sexual responsable y consentida. Como por ejemplo, compartir piso con tu pareja sin tener necesariamente ningún tipo de vínculo matrimonial.
8. El derecho a la toma de decisiones reproductivas, libres y responsables
El derecho a decidir tener hijos o no tenerlos, cuántos se tienen, con quién y qué tiempo pasa entre el nacimiento de cada uno. Además, recoge también el derecho a acceder a los métodos de regulación de la fecundidad. Es decir, la posibilidad de comprar métodos anticonceptivos libremente
9. El derecho a la información basada en el conocimiento científico
Cualquiera debería poder acceder a una información sexual científica libre y ética, “así como la difusión apropiada en todos los niveles sociales”. Sin embargo, este derecho está sujeto a muchas interpretaciones a nivel social: ¿qué es una ‘difusión apropiada’ exactamente?
10. El derecho a la educación sexual integral
“Este es un derecho que se inicia con el nacimiento y dura toda la vida y que debería involucrar a todas las instituciones sociales”. Porque la educación sexual no solo se limita al conocimiento de nuestros aparatos reproductivos, sino que incluye el conocimiento de nuestra sexualidad y cómo todo nuestro cuerpo y nuestra mente se ve involucrada en esta parte de nuestras vidas.
11. El derecho a la atención de la salud sexual
Un derecho que no solo tiene que ver con el acceso libre las enfermedades físicas de transmisión sexual, sino también con cualquier tipo de disfunción o trastorno sexual o que, de no serlo, pueda afectar a la sexualidad.
Extraído de Código Nuevo, Autora: Noelia R. Ruano